Como ChatGPT y una Inversión Billonaria Impulsaron el crecimiento masivo de la Inteligencia Artificial en el 2023
La sociedad se encontró ante desafíos significativos al lidiar con una tecnología que rápidamente se volvía transformadora.
El año 2023 destacó como el año de la inteligencia artificial (IA), marcado por el lanzamiento de ChatGPT y una importante inversión de millones de dólares en herramientas de IA generativa. ChatGTP se convirtió en una de las aplicaciones de mayor crecimiento, alcanzando 100 millones de usuarios mensuales en dos meses. Con la IA convirtiéndose en uno de los temas más populares del año, nuevas empresas se introdujeron en el mercado con herramientas de IA capaces de generar desde voz sintética hasta videos.
Los rápidos avances en la tecnología captaron la atención de los capitalistas de riesgo, por la cantidad de dinero que fluía hacia el sector. Liderando el camino estaba la inversión de $10 mil millones de Microsoft en AI MVP OpenAI, que ahora está valorada en $80 mil millones. En junio, la nueva empresa de IA, Inflection, lanzó su chatbot de IA, “Pi” y recaudó $1.3 mil millones con una valoración de $4 mil millones. Un mes después, Hugging Face, que alberga miles de modelos de IA de código abierto, alcanzó una valoración de $4 mil millones. En septiembre, Amazon anunció que planificaba invertir $4 mil millones en Anthropic, un competidor de OpenAI, que lanzó su propio chatbot conversacional Claude 2.0 en julio y ahora tiene un valor de $25 mil millones.
En el último año, la IA se adentró virtualmente en todos los aspectos de la vida. Los profesores temían que los estudiantes usaran ChatGPT para hacer trampas en las tareas, y la herramienta fue prohibida en los distritos escolares más populares de Estados Unidos. Los médicos y los hospitales comenzaron a utilizar las herramientas no solo para tomar notas y trabajos rutinarios, sino también para diagnosticar a los pacientes. Mientras algunos candidatos políticos comenzaron a utilizarla en sus campañas para interactuar con posibles votantes, otros utilizaron herramientas de inteligencia artificial generativa para crear “deepfakes” de oponentes políticos.
El contenido generado por IA inundó Internet, avivando preocupaciones sobre la explotación de herramientas de inteligencia artificial ampliamente disponibles para crear contenido tóxico. A medida que el contenido generado poblaba la web, ChatGPT creó caos en el mundo de los freelancers, ya que muchos temían perder sus trabajos frente al novedoso software de inteligencia artificial que podía generar contenido más rápido y a menor costo que los humanos.
“Todavía hay muchas preguntas sin resolver”, dijo Regina Barzila, profesora de ingeniería eléctrica e informática en MIT CSAIL, según articulo publicado por Forbes. “Necesitamos herramientas que puedan descubrir qué tipo de problemas y sesgos hay en estos conjuntos de datos y tener tecnologías de Meta IA que puedan regular la inteligencia artificial y ayudarnos a estar en una posición mucho más segura de la que estamos.”
A medida que la IA se consolidaba, surgieron desafíos éticos y legales. Empresas líderes en IA enfrentaron demandas por derechos de autor, alegando que construyeron sus herramientas utilizando contenido con derechos sin el debido consentimiento o compensación. Se espera que estas demandas colectivas den lugar a nuevas reglas sobre el uso justo de la IA por parte de la Oficina de Derechos de Autor de Estados Unidos en 2024.
“En el mundo legal, hay una enorme cantidad de transacciones de inteligencia artificial que están ocurriendo. Algunas personas están molestas porque su trabajo fue extraído para crear datos de entrenamiento y quieren poder licenciar su contenido a las empresas de inteligencia artificial y recibir pago por el uso de sus cosas”, dijo Klaris, CEO y socio gerente de la firma de abogados de derechos de propiedad intelectual KlarisIP, en entrevista con Forbes.
La fractura entre los líderes de la IA sobre si la tecnología debería desarrollarse abiertamente o de manera cerrada con compañías como Google, OpenAI y Anthropic, también se hizo evidente.
Las preguntas que quedan por responder en el 2024 se centran en la economía de la IA, específicamente sobre cómo los “startups” de IA lograrán márgenes de beneficio y harán ganar dinero a sus inversores especialmente considerando la creciente dependencia de costosas unidades de procesamiento gráfico (GPU) y la necesidad de entrenamiento con grandes cantidades de datos.